El INAH la considera patrimonio nacional

Por falta de vigilancia,

vecinos cierran iglesia

Argumentan que es para impedir que parejas cometan actos inmorales en su derredor

Por Francisco Triano Coronel / Fotos: Asunción Peregrino Díaz
CUNDUACÁN, TAB.- La Iglesia de las Mirandillas fue fundada en el año de 1724 por una orden de franciscanos dedicados a la enseñanza del catecismo. Se encuentra localizada en una fracción de lo que fuera la finca de San Antonio, propiedad de la familia Cárdenas y Romero y de la cual nació el ilustre José Eduardo Cárdenas y Romero.
Está ubicada en la ranchería La Piedr, primera sección, de este municipio, a 5 kilómetros, exactamente, de la cabecera municipal, precisamente por la carretera que conduce a la región de Río Seco, entrando por la comunidad de Huacapa y Amestoy. Cuenta con un atrio amplio como de 80 metros cuadrados, desde la orilla de la carretera hasta la puerta principal. Única en esta región por la antigüedad e historia que guarda.
En la fachada se observa un relieve tipo barroco, luciendo la insignia de la Corona imperial y la fecha de construcción. Es posible apreciar en su dintel, un monograma de Jesús, decorado con elementos vegetales.
Al amplio patio le antecede la fachada principal, ésta es de un solo cuerpo donde se encuentra el acceso adintelado, flanqueado por columnas adosadas de fuste liso y capitel dórico, rematadas en pináculos. Sobre el dintel se halla el monograma de Jesús, decorado con elementos vegetales.
Continuando ascendentemente se encuentra la ventana coral con dos nichos que ostentan peana y venera.
El remate lo constituye una espaldaña piramidal de bordes mixtilíneos, donde se encuentran cuatro pináculos y, en la cúspide, un pedestal con una cruz de madera. La espaldaña presenta tres vanos, dos se encuentran en un primer nivel, y otro en la parte superior central. En la unión formada por los arcos de los vanos inferior destaca una inscripción que dice “Año de 1724”.

Antecedentes
Se dice que Don Roberto Cárdenas y Breña heredó la finca de sus padres allá por el año de 1748, éstos tenían muchos trabajadores distribuidos a lo largo y ancho de las 400 caballerías que formaban esta propiedad, por eso dominicalmente se reunían para celebrar la misa ante el patrono: San Antonio. Al paso de los años, la familia Cárdenas y Romero aumentó de integrantes, por lo que Don Roberto Cárdenas optó por vender una parte de la finca a la señora Josefina Piedra, quedando la iglesia dentro de la porción vendida.
Don Roberto, su familia y la imagen de San Antonio, emigró a un lugar que le llamó Los Naranjos, donde se instaló y construyó un nuevo templo para el patrono, iniciándose con ello el nacimiento de una nueva población: San Antonio de Los Naranjos (Hoy la cabecera municipal de Cárdenas).
Por su parte, Doña Josefina Piedra repartió entre sus hijos la fracción de la finca, de allí nacieron las comunidades de la Piedra, primera, segunda, tercera y cuarta sección.
Doña Josefina Piedra se quedó a vivir en la casa grande, ubicada a un costado de la iglesia, donde solía reunirse con sus hijos y algunos trabajadores a rezar el rosario, sin embargo, tras percatarse de la ausencia del santo patrono, San Antonio, llamó a la iglesia Jesús de Nazareth, debido a que era la única imagen existente en el templo, la cual por cierto fue quemada durante la persecución de Tomás Garrido Caníbal.
A partir de esa época la asistencia a la iglesia disminuyó notablemente, por eso, la falta de uso y mantenimiento originaron un periodo de decadencia en la estructura del templo. Posteriormente, Doña Josefina vendió su propiedad a Don Carmen Ruiz y este a su vez, pasó los poderes a Don Francisco Sáuz. Al transcurrir de los años Don Oscar Gómez Sáuz heredó de su abuelo materno y con gran espíritu religioso autorizó a sus trabajadores limpiar el área de la iglesia y desde luego, les dio las facilidades para iniciar la celebración de misas y rezos, pero como no había imagen ni patrono, entre todos se cooperaron para adquirir una réplica de Corpus Christi, conocido también como el señor de Tila, de esa época a la fecha se inició la época del renacimiento de la iglesia de Las Mirandillas o Sitio Grande.

Situación actual
Desde 1979, aproximadamente, el Gobierno del Estado y el municipio han procurado el rescate de esta arquitectura colonial, única en esta región por la antigüedad y la historia que guarda.
Actualmente este importante monumento histórico está considerado por las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), como patrimonio cultural de la nación.
En 1999, como una muestra del interés y entusiasmo del entonces edil Israel Sánchez García, por promover los valores y las tradiciones, implementó la primera feria “Sitio Grande 99”, lamentablemente, aunque se sigue celebrando, no recibe el apoyo y difusión para darle realce.
Por otra parte, en un intento de frenar a los delincuentes y a las parejas deseosas de sexo que llegan a ese lugar a realizar actos inmorales a bordo de vehículos; feligreses católicos de la ranchería La Piedra, primera sección, optaron por cerrar el acceso principal con alambre de púas y un gran portón por el cual solo pueden pasar aquellos que posean una autorización de parte de los encargados de esta iglesia.
Sin embargo, con estas acciones privaron a todos aquellos cunduacanenses, y tabasqueños que llegan con la buena intención de admirar esta joya arquitectónica e histórica, por eso, algunos ciudadanos han pedido que intervenga el INAH para definir sí estos particulares pueden apropiarse de esta manera de un templo como el de Las Mirandillas.